miércoles, 24 de febrero de 2016

Música I - poema

cuadro de Dorothea Tanning

Música I
(escuchando a Django Reinhardt)

Hay sonidos
que te arrojan al manantial
perplejo de tu sangre
al inconfundible
estruendo de ti mismo.

María Germaná Matta 
De: Hierba silvestre

miércoles, 3 de febrero de 2016

Indicios para lo humano


Imagen de Sonya Jach

Indicios para lo humano


hemos sido arrojados
al cemento
a las aceras bulliciosas
de las ciudades
al destello amorfo de lo reluciente
a la inclemencia
de sus muros

y la palabra se ha hecho humo
bajo la puntuación del alfabeto
de la indiferencia

llueve desde lo alto
no hay techo suficiente
para el aguacero
del desamparo
ni jarra sólida para la sed
de tanta incertidumbre

merodeamos en círculo
con la lección aprendida
la mascara impecable
para la función
sabiendo de antemano
la inclemencia

en los bordes está la pulsación
el instinto
el brote clandestino
para la insurrección
del asombro

en los matices
el humus y la floración
de lo posible

no hay vuelta atrás
ni senda paralela
que nos devuelva
al principio
tan sólo indicios
en los rastros mudos
de barro
tanteando alguna luz.


De: Hierba silvestre
María Germaná Matta



sábado, 16 de enero de 2016

Palabras para no claudicar

Foto de Aleksandras Siekstele

Palabras para no claudicar

esquivas el insomnio
para no volver
a escuchar el gemido
de las olas
ese murmullo de esqueletos
que te asecha
y te acorrala
te sientes prisionera
entre caracolas mudas

deja de vagar
entre los fluidos multicolores
de nuestra civilización
que se hunde

divaga al interior
de tus latidos
deja que su estruendo
entibie la mecha
interior que te sustenta

abraza su aliento
y retoma nuevamente
el filo certero
de tu rumbo.


María Germaná Matta
De: Hierba silvestre


martes, 5 de enero de 2016

Instantes

                                                       Foto de Cooper & Gorter

Instantes

mi mente
delirio que fluye
en las turbias corrientes
de lo efímero

en el lado opuesto
mi cuerpo
lamiendo sus esquirlas

naufrago
en el caos
de la marcha atrás

cierro los ojos
inhalo la sorpresa
y percibo la silueta
del asombro

no tengo
mapas ni espejos
a menudo astillas
luego el desánimo

en la sombra
delira voluptuosa
alguna luz
y ese beso
certero
que te ampara

efímera la voz interior

sacudo los cabellos
agobiados de tristeza

luego me acurruco
en el peldaño
de algún sueño


entonces respiro.

María Germaná Matta
De: Hierba silvestre